
Nuevamente el capitán de los Angry Birds (Pájaro rojo) está tras los pasos de su enemigo el cerdo verde. Pero ahora con un objetivo más, el de enseñar nociones de programación a quienes jueguen con él.
Una hora de código junto a este famoso pájaro es más que suficiente para darse cuenta que la programación no es un arte oscuro sino algo divertido...